Desde hace más de veinticinco años recopilo información sobre todos los jugadores que han disputado algún minuto de competición en Primera o Segunda División españolas.
Sirviéndome de diferentes fuentes de información, obtengo datos y trato de ordenarlos de una manera muy rudimentaria: con una plantilla de Excel a modo de catálogo de futbolistas, presentados por números correlativos, y con una hoja de Word por cada uno de ellos, en la que amplío todo lo que puedo.
Sigo una manera muy rutinaria de trabajar, siempre la misma, y creo que ese es el secreto que hace que esto me guste tanto. Me evada tanto. Me permita estar ocupado muchas horas sin cansarme. Disfrutando.
Es una labor que está destinada a ser imperfecta, pero no me importa. La satisfacción de abrir un periódico de 1996 como si fuera el del día en que uno vive no es comparable a nada.
Esa es mi terapia balompié.